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Gracias al desarrollo de la tecnología se hace presente en todo el mundo industrial, cambiando fundamentalmente las cadenas de valor y los medios de producción, transformando los procesos industriales para la optimización de producción, es tan grande el cambio que de acuerdo con el Instituto de Transformación Digital de Capgemini menciona que las fábricas inteligentes podrían sumar hasta 1,5 billones de dólares a la producción general del sector industrial en los próximos cinco años.

Esto es debido al efecto de los automatismos de la tecnología inteligente, que permiten a las industrias producir más al mismo tiempo que reduce costos de producción, además la importancia de implementar dichos procesos hace que la industria sea competitiva en el mercado.
Para comprender mejor, es importante conocer el significado de inteligente, el cual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) lo define como el nuevo panorama de “sistemas de fabricación colaborativos y totalmente integrados que respondan en tiempo para satisfacer las necesidades y demandas de la industria, de la red de suministro y de las necesidades del cliente”.

Por ende, los procesos productivos son competencia en el mercado, a partir de la reducción de tiempo y costos, y del aumento de los estándares de seguridad y control de calidad. Los sistemas de fabricación están aprovechando las nuevas tecnologías emergentes, uno de ellos es el internet que vincula los equipos, sensores, herramientas analíticas y personas de maneras eficaz y eficiente optimizando el rendimiento del negocio. La única certeza sobre la tecnología inteligente es que seguirá innovándose, ya que al hablar de la Industria 5.0, que se centrará en el elemento humano como apoyo para los procesos automatizados exigiendo la preparación y capacitación de los mismos. La Industria 4.0 se trata de interconectividad de máquinas y sistemas mientras que la Industria 5.0 sobre los roles humanos y con la maquinaria.